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CRÍTICAS

«La mirada curiosa de Estartús». Por F. Castro Flórez

«La mirada curiosa de Estartús». Por F. Castro Flórez

Texto sobre la presentación de la serie «People» de Estartús en David Bardía Galería de Arte. 17/10/2015. Por el profesor D. Fernando Castro Flórez. (Plasencia, 1964) es un filósofo español especialista en estética, crítico de arte y profesor en la Universidad Autónoma de Madrid.

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Vivimos, no cabe duda, en la época de la burocracia omnívora, aplastados o, mejor, aburridos hasta límites insoportables por un papeleo cuya función es la de “hacer que se hace” o dilatar el pasaje al acto. La condición atonal de la época crítica que nos ha tocado puede llevar a la completa apatía o ser la mecha de la insumisión. Tras el interludio estético postmoderno (en aquel eclecticismo que utilizó la historia, literalmente, como un guardarropa) hemos asistido al despliegue imperial de una globalización que, entre otras cosas, ha producido, valga la paradoja, más desigualdad (social y económica) y una vertiginosa homogeneización (entre otros ámbitos en lo estético-cultural). La sensación dominante es la de que “no hay salida” ni tampoco un afuera del sistema. La población planetaria está completando su huida hacia adelante, tratando en encontrar “refugio” en la metrópolis. Difícilmente podríamos encontrar el tono para poetizar nuestras ciudades como hicieran Baudelaire o, más tarde, Apollinaire, embarcados en la anti-heroica tarea de abandonar la atmósfera (morbosa y sublime pero también reaccionaria y patética) del romanticismo. Nuestra zona no es ya, en ningún sentido, propicia a las “correspondencias” ni a los encuentros, más bien favorece la “desconexión” y hasta la soledad precisamente cuando parece que tenemos cobertura total y la masa nos “acoge”.

Marc Augé señaló, lúcidamente, que la sobre-modernidad nos obliga a transitar por los no-lugares, espacios de anonimato en los que no es posible el reconocimiento. Tal vez una de las tareas del arte sea pugnar por generar lugares en este dominio de sin-sentido con la conciencia de que no es posible regresar al “sueño de la totalidad”. Es posible, como demuestra la pintura de Estartús, desplegar lo que llamaríamos una nostalgia reflexiva que no tenga rencor por lo perdido sino que rescate el aliento de aquello distante para re-animar el presente. En la serie People encontramos cuadros que evocan la ciudad de Londres o Nueva York con multitudes corriendo la maratón. ¿Por qué se entregan esos sujetos a tan agotador ejercicio, para qué correr en una época en la que parece que no vamos a ninguna parte? Tengo la impresión de que Estartús quiere que, simbólicamente, nos desplacemos hacia una suerte de “humanismo poético” en el que pueda recuperarse una temporalidad amoroso-contemplativa. Basta revisar cuadros como el de la pareja dándose la mano en un banco del parque o charlando en la cama el ensayo del profesor con la joven violonchelista. 

Estartús no solamente fija instantes singulares en sus obras sino que plantea “micro-relatos”, en los que es decisiva la dinámica de la seducción. Una mujer camina descalza con los zapatos de tacón en la mano por una calle desierta de París, una ventisca levanta la falda a una ciclista que “regala” una visión de sus braguitas, en los puentes no faltan hermosas mujeres ligeras de ropa que invitan al placer. Junto a la dinámica erótica este pintor ofrece una particular visión del mundo del trabajo, sea retratando a un tendero que ofrece unos huevos en un colmado, a unos operarios en una fundición o a una granjera que alimenta a los cerdos. Esta aproximación de temporalidades vivenciales tan distantes tiene un punto de anacronismo deliberado. Y, ciertamente, Estartús presenta imágenes de la felicidad que remiten al pasado: la pandilla en patinete o comprando golosinas y, especialmente, la imagen del niño corriendo encantado de la vida con una inmensa barra de pan bajo el brazo.

La Belle Epoque no es solamente ese cuadro con el tableu-vivant-teatral sino la totalidad de esa people que lo mismo camina deprimida por una calle bajo la lluvia que contempla el rostro maravillosamente crispado de una mujer en el climax orgásmico. Si, en una serie de obras, Estartús retrata situaciones individualizadas también quiere captar, desde la distancia, el panorama de la multitud; sus visiones, cromáticamente reduccionistas, de las gentes caminando me ha llevado a fijarme en el punctum de las sombras que no nos abandonan jamás. Parece como si este pintor estuviera contemplando el mundo que le rodea cuando el sol comienza a ocultarse, en el momento de la sombra más larga. En esta crepúsculo del mundo no podemos refugiarnos en el tono melancólico (cuando, a la postre, la sociedad se “auto-diagnostica” como estrictamente bipolar) sino que tenemos, como propone Estartús, que recupera la curiosidad, aunque esto tenga que aproximarnos a la condición de un perro que lanza una furtiva mirada a través de una tabla rota. La belleza, dijo Rilke, no es sino el comienzo de lo terrible y a nosotros, en el empantanamiento occidental nos toca recuperar los lugares, volver a mirar las cosas, dotar de sentido lo que hacemos o, sencillamente, atrevernos a actuar, aunque eso suponga, como sugiere un cuadro de Estartús, aprender de ese niño que tiene un tirachinas en la mano. Devenir infantil puede significar recuperar una “mirada voraz”, amar nuestro destino (precisamente para cambiarlo), dibujar nuestros papeles soñados antes de que el papeleo nos convierte en completas nulidades.

Fernando Castro Flórez
Fernando Castro Flórez, ha desarrollado su labor docente en el Instituto de Estética y Teoría de las Artes, la Universidad Autónoma de Madrid, el de Cultura Contemporánea del Instituto Ortega y Gasset y el Museo Reina Sofía, de cuyo patronato es miembro. Ha impartido cursos de doctorado, clases y conferencias en numerosas universidades y museos tanto nacionales como internacionales.

Ha escrito con regularidad en suplementos culturales de periódicos como El País, Diario 16, El Independiente, El Sol, El Mundo, y lleva más de diez años desempeñando la labor de crítico de arte en el ABC Cultural, colaborando en revistas culturales. Ha comisariado más de un centenar de exposiciones e infinidad de muestras individuales y colectivas en museos de todo el mundo y trabajos colaborativos como por ejemplo con el salmantino Domingo Sánchez Blanco.

CRÍTICAS

Estartús curious insight.

We live, without a doubt, in the omnivorous red tape age, crushed or let´s even say  bored up to unbearable limits by paper work which only purpose is to “pretend that we do” or to delay getting down to business. The toneless nature of today´s world can lead us to both, absolute apathy and to spark unruliness. After the aesthetic postmodern interlude, eclecticism, in which history was literally used as a wardrobe; we have witnessed the imperial deployment of globalization which has paradoxically produced, among other things, more social-economic inequality and a dramatic homogenization in several areas such as the cultural aesthetic. There is a predominant sensation of no way out, nor the existence of an outside of the system. The planet population is completing the forward looking escape route by trying to find refuge in the metropolis. We can hardly find the right tone to put our cities into poetry the way Baudelaire or later Apollinaire did. They embarked in the antiheroic mission to leave behind the morbid and sublime as well as reactionary and pathetic romantic atmosphere. Our zone does not contribute in any way to connections or encounters.  It actually contributes towards disconnections and solitude at a time in which we seem to receive full coverage and the mass seems to take us in.            Marc Augé pointed out lucidly that post-modernism force us to walk through the no places, anonymous spaces in which recognition is not possible. One of the tasks of art may turn up to be to strive to create places in that meaningless field with the awareness that it is impossible to return to the entirety of dreams”. As Estartús Works show, it is possible to display what we would call a thoughtful nostalgia without any grudge against what is already gone.  He actually cheers up the present by rescuing a message of encouragement from the past. In the series People we can find paintings that recall London or New York with people running the Marathon.  Why do those people engage in such an exhausting activity?  Why should we run at a time in which we seem not to get anywhere?   I am under the impression that Estartús wants to move us towards a poetic humanism in which we could recover a loving contemplative temporality. We can look at paintings such as the couple holding hands in a park bench or chatting in bed, the class of the professor and the young cello player.            Estartús does not just anchors singular instants in his Works, he quite tells mini-stories ruled by seduction. A woman walks through a disserted Paris street, while she is holding her high heeled shoes; a blizzard  .  , A blizzard pushed the cyclist’s skirt up who gives away a view of her panties, there is no shortage of beautiful lightless dressed women who encourage you for a treat. This painter offers a particular view of the working world together with an erotic dynamic. He does so by drawing a shop keeper who offers some eggs in his shop, some workers in a foundry or a farmer lady who feeds the pigs.  This closeness to life experience contexts which are so far apart have a spot of deliberate anachronism.   Estartús truly shows pictures of happiness that send us back to the past, the gang with the scooter, or buying sweets and specially the image of the happy boy running with delight while currying an immense bread stick under his arm.            La Belle Epoque is not only that painting with the theatrical tableu-vivant- but the whole of those people who can walk very depressed along a Street under the rain and can also stare at the  marvelously strained female face while at her orgasmic climax  . By portraying individual scenes, Estartús wants to also capture the view of the crowd from a distance, his views, with chromatic reduction, , of people walking made me to pay attention to punctum of the shadows that never leave. It seems as if this painter was contemplating the world around himself at the beginning of the sunset.  At the precise time of the longest shadow. We cannot take refuge in this world dusk in a melancholic mood.  Estartus encourages us to recover our curiosity even though if this means to near ourselves to became a dog that furtively glances through a broken table. According to Rilke, beauty is nothing but the beginning of terror and it is us, within the quagmire of westernization, who have to recover the places, stare at things once more, give meaning to what we do or simply dare to do something even though when it means to learn from the boy holding a slingshot, as Estartús, suggests in one of his paintings. Children future could mean to recover a “starving look”, love our destiny, precisely to change it, draw our dreamt papers before the paper work makes us worthless..

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ESTARTÚS- by Eduardeo Jáudenes de Salazar.

ESTARTUS´ works are a must have for any art lover who claims to be so.

He has had three pictorial styles.

1-Impressionist. He started his career as an impressionist.
2-Abstract.  He shows   how   he can capture the inner essence of things and not only   the external appearance.

3-Figurative. He proves that. abstract painters know how to draw.  
ESTARTUS is a great drawer, we are delighted with his current work, In meditation he manages to capture the loneliness of the character in an open space with a background that leaves the character isolated from the rest. We do not forget the rain or snow scenes, such as blizzard that offer impeccable and suggestive draws..

These three stages have managed to make his work both, art and sublime fascination.

He has rightly produced many of his latest works in black and white  and they very much look like sequences  from old cinema..

He embraces everyday scenes, sometimes costumbrist of the current and old society They have different registers from cinema and black novel, to photography and stamps of the time..

His paintings are of small and medium size and therefore he recovers the old idea of the window where we should lean out of.
The spectators of this exhibition have spent more time in front of the paintings than in previous exhibitions where abstraction was the protagonist..

ESTARTUS in his figurative period does not look for beauty, he finds beauty as a truth, as the truth is beauty, this is all we need to know on earth. .

The sublime can only be obtained if you pursue the intention of reaching fascination and embellishment as elements of beauty.
His painting is constant and daily work. By doing so, he can express al the art he carries inside.

He is a trained artist with extraordinary qualitys, he shows skillful and rich technique, variety of shades and an overwhelming personality.

CRÍTICAS

ESTARTÚS. Por Eduardo Jáudenes de Salazar.

ESTARTÚS. Por Eduardo Jáudenes de Salazar

Téxto critico realizado tras el encuentro de la critica con Estartús en la clausura de su exposición People en David Bardía Galería de Arte, por D Eduardo Jáudenes de Salazar, escritor, pensador y director las revistas digitales Diarionews y Sybaris.

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Estartús con Eduardo Jáudenes en la exposición «People» 
La obra de ESTARTUS, es de adquisición obligada para todos los amantes del arte.

Ha pasado por tres estilos pictóricos:

1-Impresionista, con el que comenzó su carrera.
2-Abstracto, con el que nos demuestra que sabe captar la esencia secreta de las cosas y no su apariencia externa.
3-Figurativo, que acoge para demostrar que es falsa la teoría de que los pintores abstractos se hacen abstractos porque no saben dibujar. 

ESTARTUS es un gran dibujante, nos entusiasma su obra actual. En Meditación logra plasmar la soledad del personaje en un espacio abierto con un fondo que dejan a la figura aislada del resto. Sin olvidar las escenas de lluvia o nevadas como Ventisca que contienen impecables y sugerentes dibujos.

Las tres etapas han conseguido hacer de su obra arte como sublime fascinación.

Con mucho acierto la mayoría de sus últimas obras son en blanco y negro y parecen planos de una secuencia de cine antiguo.

Acogen visiones cotidianas, a veces costumbristas, de la sociedad del presente o del pasado, que toman distintos registros, desde el cine y la novela negra hasta las fotografías, o cromos de antaño.

Sus cuadros son de mediano y pequeño formato, por lo que recupera la vieja idea de ventana a la que hay que asomarse de cerca.

Los espectadores de la exposición se detienen más largo tiempo ante los cuadros que en exposiciones anteriores, donde la abstracción era protagonista.

El arte de ESTARTUS en su etapa figurativa no busca, encuentra la belleza como verdad, pues la verdad es la belleza, esto es todo lo que necesitamos saber en la tierra.

Lo sublime sólo se consigue con intención de llegar a la fascinación y embelesamiento como elementos de la belleza.

Hace de la pintura un trabajo constante, diario. Exterioriza así todo el arte que lleva dentro.

Es un artista preparado, con calidades extraordinarias, luciendo primorosa y riquísima técnica, plural variedad de matices y personalidad arrolladora.

Abordando detalles que avalan su clase. Libertades en el uso de la forma y el color que se integran perfectamente en el cuadro.

Sus cuadros son memorables, en versión de belleza indescriptible, porque siempre es difícil de encontrar palabras que reflejen el pleno logro artístico, tan raramente alcanzado.

ESTARTUS es una referencia, un artista de pies a cabeza, su obre no puede faltar en las colecciones de ninguna persona que ame el arte.
Eduardo Jáudenes de Salazar.

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El mundo nostálgico (Por Andrés Isaac Santana)

Pertenezco a una generación de críticos enferma por una abdicación excesiva hacia lo “contemporáneo”, en detrimento de lo que, se presume, resulta más tradicional y conservador. Esa actitud crítica de la jactancia de lo moderno y de lo cool, que sólo goza de un tipo de visualidad, suele ignorar el placer, el inmenso placer que revelan otros imaginarios, otras formulaciones, otros relatos. Y es que la nueva serie People de Jaume Estartús viene a desvelar, precisamente, esa tensión entre unos impulsos y otros. Corroboran su existencia al mismo tiempo que emancipan el gusto (el buen gusto) de esa tiranía excluyente y demagógica. 
Por una parte, se trata de una serie de obras en pequeño formato que apelan a un “hacer tradicional” dentro del contexto de las artes visuales; de otro, sin embargo, recuperan los dones de la actualidad y de lo contemporáneo en el modo cómo se arbitra ese saber sobre la pintura y su exquisito dominio. De tal suerte, esta no es una exposición cualquiera, es, con diferencia, una muestra en la que en su fuero interno se resuelve el conflicto de esa rabiosa contradicción por medio de un poderoso recurso altamente persuasivo: la seducción. Seducir para conquistar el ojo, para reclamar las atenciones muchas de la subjetividad ajena, seducir para poseer. 
Bien sabemos que una vanguardia vieja resulta mucho más triste que cualquier academia rancia. El resabio de la primera, cuando ve envejecer sus arrebatos juveniles, termina siendo más letal que esa visión académica cuando ésta demuestra que no ha agotado aun sus dones para seducir y hacerse un espacio en el mundo de la retina y del espejo. Tal vez por ello, o especialmente por ello, es que el amplísimo repertorio de piezas que conforman esta nueva serie del artista resultan un gesto sosegado de restitución del paradigma pictórico, una incursión enfática en ese buen hacer del arte. Un gesto –sin duda delicioso- que no cesa de parecerme un acto de amor, de auténtica pasión y entrega. Tanto es así que el propio Estartús escribe “he tratado de alcanzar una actualización de mis recuerdos, una mirada al ayer y a situaciones del transcurrir de mis vivencias. Las relaciones humanas, el amor-desamor, el costumbrismos de tiempos anteriores, las películas en blanco y negro que nos sedujeron, nuestros juegos infantiles…Todo sucumbe a la nostalgia de los recuerdos recogidos en las sesenta obras que conforman esta serie”. 
Ese sucumbir en los dominios del recuerdo, en los enclaves a veces maltratados de la memoria, otorgan un alto poder de sugestión a esta nueva etapa suya y (re)activa su estatus de escritura, de narración. Lo que hace que esa nostalgia no sea comprendida como retorno ansioso sino como recordación, es decir como una eficaz (y también poética) actualización del recuerdo. 
People es un sofisticado relato de “la otredad”, de ese mundo de afuera, pero también de un mundo muy de dentro, de ese que se organiza sobre la arquitectura de lo vivido, sobre los espacios del sueño y la experiencia. En ella habitan todos esos “otros”, personajes anónimos o mitos de cultos, que vuelven ahora redimidos en la superficie de estas piezas deliciosas, ricamente tratadas con la gracia y la habilidad con la que el gladiador de la arena desfallece en la consumación y conquista de su objeto díscolo. Devienen, por fuerza, en la crónica de una historia anunciada, toda vez que esa misma historia ya ha sido vivida con intensidad y hondura en un tiempo otro. Seguramente muchos adviertan en esta muestra el signo de la hospitalidad. Y en esa advertencia llevarán toda la razón de este mundo (y del otro). People, es un gesto hospitalario, un acto de invitación y de reconciliación con el pasado y con la historia. Es, a todas luces, un escenario de permanencia y rescate, un alarde de recuperación y de salvación. Pero es, por encima de todas estas digresiones necesarias, un impulso de honestidad. “La verdad –subraya el artista- es que hasta cierto punto he sentido rebeldía ante el atropello cada día más en boga entre algunos artistas que ven en la abstracción un refugio seguro para camuflar sus limitaciones en los fundamentos del dibujo. Ser consecuente y terminar haciendo una abstracción seria requiere a mi juicio una coherencia de trayectoria que debe incluir antes una serie de premisas que hoy en día no se tienen en cuenta, lastrando credibilidad a muchas de las obras contemporáneas que hoy se exhiben. Hay que llegar por evolución, el camino es angosto, y no se puede si se debe acortar por vías alternativas. No es honesto ni ético el “todo vale”. 
Cuanto he señalado no es sino para refrendar la envergadura y destreza de esta nueva obra, su declarada vocación narcisista en la embarazosa materialidad de la pintura y esa disidencia que se manifiesta en el trato directo con un lenguaje del arte al que le han sido decretadas infinitas defunciones. Al leer toda esta obra se descubre un uso muy audaz de la paleta; lo mismo que en el manejo de los recursos pictóricos propiamente dichos y de sus misterios. Hubo momentos de mi diálogo interior frente a ellas, en la intimidad del taller del artista, en los que me embargó la complacencia de la emoción como resultado de la elegancia de las resoluciones y la belleza que ellas dispensan. Me subyugó la manera como cada escena parece sacada de un filme, extraída de un cine ya poco visto, de ese cine negro que modeló un universo y cifró un estilo. Es como si cada una fuera parte de una sintaxis que cuenta, describe y relata una historia mayor, una historia recuperada por la postal y el testimonio pero avasallada por la hegemonía del capitalismo de marcas. Por ello, tal vez, es que People organiza una excelente narrativa que recupera para sí la atmósfera del cine negro, de la foto-novela, del cómic y hasta de cierto tipo de literatura de época que, sin duda, potencian su poder sugestivo y su alta cuota de seducción. Se percibe un halo de nostalgia, pero no en el sentido de melancolía por lo anterior a modo de la retórica del bolero, sino como ejercicio de recordación. 
Desde que se nos enseñó que la historia es fabulación, ideación concertada, espejismo y arquitectura del sueño, nos hemos vuelto unos paranoicos de la escritura histórica y hacemos ejercicio de narración constante. Obsesivo modo de mantener y re-escribir el legado de la vida misma. La idea que favorece la muerte del arte, de la pintura y de la historia, como sistemas escriturales de una modernidad acabada, nos empujó a la consagración de todo fragmento de recuerdo, a su idealización y negación; también a todo tipo de estrategia de emplazamiento de ese mismo “tiempo pasado” en el “tiempo presente”, en el angustioso paradigma del ahora. 
Las piezas de esta serie, entonces, se postulan como escenarios de recapitulación en los que la historia se “realiza” como inventiva y avidez. La precisión narrativa de esta propuesta (y su misma cuota de ficción), rebajan la autoridad de las grades representaciones para disfrutar ese maravilloso encanto que revelan los accidentes cotidianos. Frente al rescate de la representación grandilocuente, Estartús se decanta por las licencias de esas escenas –en apariencia intrascendentes- pero que son las relatoras de la vida en sí. En su totalidad revelan las prácticas en las que habitamos, la dinámica cotidiana que rige y marca el curso, pedestre y mundano, de nuestra existencia: desde el juego del niño en la calle, la compra de la lotería, el cuidado de las mascotas, la stripers de un bar de alterne, el hombre que camina solo por una calle oscura, hasta la pareja que antes de irse a la cama o una vez consumado el coito hablan acerca de cómo les ha ido el día. Esa naturalidad de las descripciones suscribe la dominante clásica de esta obra, toda vez que si el clasicismo preconiza la imitación, estas piezas sustantivan la imitación de la vida como pretexto, lo que las convierte en un gesto de clasicismo posmoderno. 
En el orden estilístico y de lenguaje, y contrario al uso de la abstracción que hasta ahora había constituido el centro de toda su obra, estas piezas verifican un desplazamiento premeditado hacia la figuración y la representación en términos clásicos. Sin embargo, ese presunto trayecto de un estado a otro de la imagen y la pintura, descubre a la mirada alerta de todo observador inquieto el sofisticado “ardid” de que se sirve el artista para hacer coincidir, en un mismo soporte y como si de una cópula se tratase, ambos lenguajes: figuración y abstracción. La convivencia estos dos lenguajes recuerda la virtud pretextada de toda gimnasia sexual que potencia la seducción en una mezcla de diálogo y rivalidad. Decir entonces queda que People no es sólo el trazado de una visualidad figurativa que busca desatender la pertinencia de lo gestual, de la improvisación y del azar. Al contrario, disfruta con rendir culto a la mancha y a la vibración intermitente de las siluetas gestando superficies en extremo seductoras donde las figuras y su entorno no se acotan por la línea reaccionaria sino que se advierten danzando en la vaporización y expansión del horizonte. 
People nos dice algo que gustaba subrayar con insistencia Luis Cardoza y Aragón “las predicciones de una época son las repugnancias de la siguiente”. Quizás, y visto en el contexto de este axioma, estas obras vengan a proponer –sin quererlo- una reconciliación entre esas predicciones y esas repugnancias. Estamos hastiados de tanto posmodernismo en paralaje, de tanta impostación, de tanta promesa. People queda aquí y ahora para anunciar algo. Descorrer el manto de ceguera, declinar los rascacielos del ruido, y hacer algo de silencio para escuchar el susurro interno de todas las piezas reunidas aquí. La voz de Estartús circula por ellas; la mirada nuestra se revela atenta. La pintura habla.
Andrés Isaac Santana
Madrid, Agosto de 2015
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Texto de Andrés Isaac Santana para el comisariado de la presentación de la obra «People» de Estartús. 

CRÍTICAS

Nostalgic world by Andrés Isaac Santana.

I belong to a generation of critics which is ill due to an excessive abdication towards the contemporary to the detriment of what we presume as traditional and conservative. That critical attitude towards modern boasting only follows the visual approach and usually ignores the immense pleasure that other imaginary, other manners, other accounts can offer. Startús´ new series of paintings, People, reveals precisely that tension between those different impulses. They corroborate their existence as they emancipate the taste, the good taste of that exclusionary and demagogic tyranny.    

On one hand they are works in small format that appeal to a “traditional way” within the visual arts context.  However, on the other hand, they recover the gift of the currentness and the contemporary regarding on how to conciliate that knowledge about painting and its exquisite domain. In such a manner this is not an ordinary exhibition, it is by far a sample that deep down the conflict between that enraged contradictions is settled through a highly powerful and persuasive resource, seduction. Seduce to catch the eye, seduce to get the attention of other people´s subjectivity, seduce to possess.

We all know that an old avant-garde is much sadder that any stale academic person. The know all avant-garde is more lethal when he realizes he is aging, than any academic vision when this one can still seduce and make room for itself in the universe of the retina and the mirror.  Maybe that is why, or that is especially why the extensive repertoire of Works that make up this new series means a placid gesture to restore the pictorial paradigm, an emphatic incursion in this know-how at art. This is undoubtedly a delightful gesture that does not cease to seem to me an act of love, passion and devotion. So much so the artist himself writes “I tried to reach an update my memories, taking a look back at the past, at my life experience.  Human relations, love and heartbreak, old ways, black and white films that seduced us, our childhood games… All of which succumbs to the nostalgia of the memories gathered in the sixty Works that make up this series”

That surrender to the kingdom of our memories, which sometimes are placed  in damaged enclaves of our memory, give a huge suggestion power to his new stage and (re)activate his writing and storytelling skills. This makes the nostalgia not to be interpreted as an anxious wish to return to the past, but as a recall.  In other words, it is an efficient and also poetic updating of our memories.

People is a sophisticated tale of “the otherness”, of the outside world but also of the inner one, of the world that we built on our live lessons,  on the space between dreams and experiences. It is where “the others” live, anonymous figures or cult myths that return redeemed on the surface of these delightful Works, which are richly treated with the same grace and skill the gladiator gives out in the arena when he fulfils and wins over his fractious purpose. In fact, they evolve into the chronicle of a story foretold; a story intensely and deeply lived in a past time. Many can probably notice in that sample a sign of hospitality. And they will be entirely right.  People, is a hospitable gesture, an act of invitation and reconciliation with the past and with history. It is by all means a scenario of permanence and rescue, a display of recovery and salvation.  But above all these necessary digressions is an impulse of honesty. “The truth –the artist stresses- is that up to a point, I have felt rebelliousness towards the trendier and trendier outrage among some artists that see abstraction as a safe refuge to conceal their limitations regarding their drawing skills. In my opinion being consistent and ending up with a serious abstraction would require a coherent artistic career which must previously include a number of premises that are not taken into consideration nowadays which detracts credibility to many of the contemporary works that are exhibited at present. To reach the point we have to evolve, the way is narrow but you can´t do it if you look for alternative ways. Anything goes is not honest nor ethical

I have pointed out all these issues to endorse firstly the magnitude and skill of this new Work; secondly to endorse its confessed narcissistic purpose in the embarrassing materiality of paint and the disagreement that shows with the direct use of the language of art that has been given endless miss functions. When you read all this work you can discover a very daring use of the palette and of the pictorial resources per se. There were times of inner dialogues when facing the paintings in the privacy of the painter studio in which I was overwhelmed by the pleasure of emotion as a result of the elegance of the resolution and beauty they exude. I was captivated by the way each scene was extracted from films hardly seen nowadays, from that film noir that shaped a whole universe and encoded a style. It is as if each one was a part of a syntax that tells and describes a greater story that is recovered by the postcard and the testimony but pushed around by the supremacy of capitalism of brands. Maybe that is why People set up an excellent narrative that recovers for itself the atmosphere of film noir, of photonovels, of comics and even of some type of literature that without a doubt they strengthen their suggestion power and its high share of seduction. You can feel a halo of nostalgia but not in a way of melancholy as boleros do, but as an exercise of recollection.

Since we were taught that history is inventiveness, agreed conception, illusion and architecture of dreams, we have become paranoid historical writers and we tell stories nonstop.  It is an obsessive way to keep and re-write life legacy itself. The idea that favors the death of art, painting and history as scriptural systems of an ended modernity, pushed us towards the recognition of any fragment of memories, towards its idealization and denial and also towards any type of strategy of location of that “past time” into the “present time”, in the distressing paradigm of the now.

The works of this series stand as summing up scenarios in which the story goes as inventiveness and avidity. The accuracy of this narrative and its own share of fiction, reduce the authority of great representations to enjoy the inconspicuous charm that everyday accidents reveal. Instead of rescuing grandiloquent representations, Estartus choses the licenses of those apparently unimportant scenes because they are the story tellers of life itself.  They actually reveal the habits we inhabit, the day to day rhythm which rules and changes the mundane course of our existence.  It goes from a child playing in the street; the purchase of sweets; pet care; sex and eroticism in private spaces; the man who walks lonely down the dark street; even the couple that before going to bed or after having sexual intercourse talks about their respective day. That spontaneity of the descriptions endorses the predominance of the classic not least given that if classicism praises imitation, these Works use life imitation as an excuse which turns them   into a gesture postmodern classicism. Regarding style and language, and contrary to his traditional use of abstraction as the center of his work, these Works mean a deliberate turn towards figuration and representations in classic terms. However this alleged journey to the state of the image and Paint shows to any watchful onlooker the sophisticated trick the artist uses to make converge both languages, figuration and abstraction as if they were making love.  The coexistence of these two languages as sexual gymnastics boosts the seduction empowerment of this mixture of dialogue and rivalry.  People is not only the stroke of figurative painting that aims to neglect the pertinence of the gestural, improvisation and fate. Quite the opposite it takes pleasure worshiping the stain and the intermittent vibration of silhouettes that give birth to extremely seducing surfaces where figures and their surroundings are not enclosed by the reactionary line but they come through in the vaporization and expansion of the horizon.

People tell us something that Luis Cardoza y Aragón used to say “the predictions of a time are the disgust of the following one”. Within the context of this axiom, it could be that this Works come to unwittingly suggest reconciliation between those predictions and the disgust.  We are tired of so much parallel postmodernism, so much imposition and so many promises. People is here and now to announce something. It draws aside the blindness veil, demolish the skyscrapers of noise and create some silence in order to be able to listen to the inner whisper of all the Works gathered here. Startús voice flows through them and we look intently. Painting speaks.

Andrés Isaac Santana

Madrid, August 2015

CRÍTICAS

Roma acoge la obra de Estartús.

En DOMUS ROMANA de la Via delle Quattro Fontane 113 de ciudsd de Roma se inauguró la muestra expositiva «MOSTRA DOMUS TALENTI» el día 7 de Mayo del 2015.     

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La exposición fué acogida con gran interés por el publico congregado.


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 ESTARTÚS está representado en ésta ocasión por obras de sus series IRON 2002/2003 yMEETING POINT,que pertenecen a la época en que el maestro trabajaba sobre soportes de planchas de hierro sometidas a distintos procesos oxidativos.Entre las obras expuestas cabe destacar:MEETING POINT NINE(2004-100x100cm) y LETTERS (2003-100x100cm).     

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Letters

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CRÍTICAS

Discurso para un comisariado.

José Luis Martinez Meseguer, comisario, crítico y gestor cultural, entre otras de sus múltiples facetas, ha realizado el comisariado de las dos muestras paralelas, promovidas por la Fundación Fuentes Vicente, en el Casino de Orihuela, Alicante (Amnios) y en el Palacete de la Seda, Murcia (Retablos del Siglo XXI), y que han tenido lugar en los meses de Diciembre de 2013 a Enero de 2014.

Un discurso para un comisariado:

​​Alicante, a Diciembre de 2013
Estartús tiene 64 años y lleva 45 años de práctica artística. Con cada nueva serie abre y cierra un estilo, ninguna es similar a la precedente.

Se mueve cómodo en los formatos grandes y en la abstracción, en tanto en cuanto elimina la figuración o la representación realista. La superficie del cuadro es un all over o campo abierto sin límites, salvo los de sus propias dimensiones. No establece ninguna jerarquía. Su centro de interés es el gesto o el movimiento de pintar. No hay un estilo común en la abstracción, si no tantos como practicantes, salvo en el rechazo del dibujo y el control, de la concepción tradicional de pintura y de representar la realidad de manera objetiva.

En cuanto al lenguaje, crea obras abiertas que el espectador lee libremente. El artista fabrica signos a los que da un sentido, podríamos incluso hablar de abstracción caligráfica, aunque también alterna y utiliza el alfabeto latino. Realiza una acción de escritura automática, directa del subconsciente. El artista fabrica signos a los que da un sentido propio universal de la interioridad y la desconstrucción de la idea, privados que no puede ser entendido por otro salvo que por él mismo.

Entre las características de su pintura, encontramos: equilibrio en la composición; es una pintura matérica, con un empleo expresivo de la materia, a la que aplica destrucción (perforaciones, cortes, ralladuras) y automatismo; la expresión de la emoción pictórica del artista (individual, inmediata); espontaneidad. Trabaja desde la inexistencia de ideas preconcebidas, la experiencia de lo hecho hace nacer la idea. La obra es el lugar y el momento privilegiado en el que el artista se descubre

RETABLOS DEL SIGLO XXI

Retablo (del bajo latín, retaulus, y este del latín retro, detrás y tabŭla, tabla) es un conjunto o colección de figuras pintadas o de talla, que representan en serie una historia o suceso (DRAE).

Serie producida en 2010 y compuesta de 40 obras en gran formato, sobre soportes de madera, rescatados de la construcción, en los que se interviene de manera mecánica y pictórica. Una tendencia, la del reciclado, que se adhiere a una de las líneas del arte actual, a la práctica artística contemporánea. Señalar una concomitancia vital en esta serie, pues Estartús es, además de licenciado en Bellas Artes, arquitecto. Y tienen mucho de construcción, de constructivo, de arquitectónica esta serie.

Retablos encaminados hacia la vertiente espiritual de nuestro ser. Las historias que se narran pertenecen a nuestro siglo y son laicas, no van a ser destinadas a colocarse tras el altar. Nos relatan cara a cara, con mucha cercanía, elementos que cuanto menos preocupan al autor.

Utiliza en esta serie la técnica del action painting o pintura de acción. Técnica pictórica -y nombre del movimiento pictórico que la usa- que mediante el color y la materia intenta expresar sensaciones tales como la energía, la velocidad, el movimiento. Desde el punto de vista técnico, consiste en salpicar con pintura la superficie del lienzo de manera espontanea y enérgica, es decir sin esquema prefijado, convirtiéndose en un espacio de acción y no en la mera reproducción de la realidad.

AMNIOS
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Del griego amnion (άμνίον), membrana, es un término de la zoología y la biología: Saco cerrado que envuelve y protege el embrión de los reptiles, aves y mamíferos y que se forma como membrana extraembrionaria, llena de un líquido acuoso: el líquido amniótico o agua del amnios (DRAE).

Serie pictórica del 2013 compuesta de 70 piezas, 40 de pequeño y mediano formato, sobre lienzo, 30 sobre pergamino, que representa la acuosidad del líquido amniótico en el proceso de la gestación. El amnios, en realidad, no está pintado de un modo científico, más bien velado, alterado, disímil. Es y no es amnios, es algo más allá del propio amnios: pura metafísica, pues trata del ser en cuanto tal, y de sus propiedades, principios y causas primeras.

Ciencia y arte van de la mano, algunas veces se adelanta el arte a la ciencia. Ya hemos visto esta alianza con anterioridad en los dibujos del premio nobel de medicina Santiago Ramón y Cajal de las neuronas o en los del artista Luis Gordillo que asemejan a la cadena de ADN. O, entre otros, las disecciones de Ángeles Agrela.

Pintura hecha de gesto, con una grafología muy personal, un lenguaje automático propio. Color a base de pigmentos y resinas depositadas sobre el lienzo virgen o el pergamino. Vínculos biográficos personales que le han llevado a esta búsqueda, a esta fijación. Advertimos también otra concurrencia biográfica, pues Estartús es también doctor en medicina y ginecólogo. Amniós es la membrana que refugia y protege, claustro materno, matriz, madre. Misterioso mundo interior femenino. Magma del que surge la vida. Sapere aude, lema de la ilustración que incitaba a que la gente se atreviera a saber, a esto nos invita el autor, a dejarse llevar, averiguar por nosotros mismos, algo que nos viene muy bien recordar y practicar.

En esta serie se adscribe a la técnica del dripping o goteo. Desde el punto de vista técnico, consiste en salpicar o dejar gotear con la pintura la superficie del lienzo extendida en el suelo, de manera espontanea y enérgica, es decir sin esquema prefijado, convirtiéndose en un espacio de acción y no en la mera reproducción de la realidad.

Estaríamos ante lo que el crítico galo Michele Tapié denominó “art autre”, arte otro. Al igual que Jean-Luc Godard hablara de “certains films français”, cierto cine francés, para diferenciar su cine, que era otro e iba por otros caminos. Déjense llevar por las sensaciones.
© José Luis Martínez Meseguer, 2014

Sobre el comisario:

José Luis Martínez Meseguer 
(Alicante, 1965)

Licenciado en Filosofía y Letras por la Universidad de Alicante. Master en Dirección y Gestión Cultural por la Universidad Miguel Hernández de Elche. Diploma de Estudios Avanzados [DEA] por la Universidad de Granada. 
Ha enfocado su vocación y formación por el campo de la museología y museografía, donde desarrolla su labor desde distintos ámbitos. 
En la práctica, como Técnico Superior (A) para la Fundación General de la Universidad de Alicante (2003-2012). También Curador independiente de arte actual con más de un centenar de exposiciones, destacando las de Daniel G. Andujar, Marcel·lí Antúnez, Daniel Canogar, Joan Fontcuberta, Lourdes Grobet, Mira Bernabeu, Santos Montes, Paloma Navares, Mabel Palacín, Carlos Pazos y Mayte Vieta entre otros. 
En la teoría, docente, con más de diecisiete años de experiencia específica, complementada con varios aspectos de la enseñanza del arte contemporáneo (historia, estética, teoría del arte, historia del cine, DEAC [Educación y Acción Cultural] del arte contemporáneo). Jefe de Estudios del Curso de Especialista de la Universidad de Alicante en Museología del Arte Contemporáneo (2004-2006). Ha sido profesor de Estética y de Museología, adscrito al Área de Estética y Teoría del Arte en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Miguel Hernández de Elche (2002-2010). 
Colaborador docente de la Escuela Superior de Márketing [ESUMA] (2011-actualidad). jerce como crítico de arte para el suplemento ARTES Y LETRAS del diario Información, la revista SIE7E, la PAC [Plataforma de Arte Contemporáneo] y ALICANTE ACTUALIDAD. 
Miembro individual de las siguientes asociaciones profesionales: Consejo Internacional de Museos [ICOM], Asociación Española de Museólogos [AEM], Instituto de Arte Contemporáneo [IAC], Asociación Valenciana de Críticos de Arte [AVCA], Asociación Española de Críticos de Arte [AECA], Asociación Internacional de Críticos de Arte [AICA], Asociación de Interpretación de Patrimonio [AIP].

CRÍTICAS

A speech for a curator by Jose Luís Martinez Meseguer.

José Luis Martinez Meseguer, commissioner, critic and cultural manager, among others of its many facets, has made the commissioning of the two parallel exhibitions, promoted by the Fuentes Vicente Foundation, in the Casino of Orihuela, Alicante (Amnios) and in the Palacete Of the Silk, Murcia (21st Century Retablos), and that have taken place in the months of December of 2013 to January of 2014.
A speech for a curator:
Alicante, December 2013
Estartús is 64 years old and has 45 years of artistic practice. With each new series opens and closes a style, none is similar to the previous one.
It moves comfortable in large formats and in abstraction, insofar as it eliminates figuration or realistic representation. The surface of the painting is an all over or unlimited open field, except for its own dimensions. It does not establish any hierarchy. Its center of interest is the gesture or movement of painting. There is no common style in abstraction, if not so many as practitioners, except in the rejection of drawing and control, of the traditional conception of painting and of representing reality in an objective way.
As for language, it creates open works that the viewer reads freely. The artist makes signs that give a sense, we could even speak of calligraphic abstraction, but also alternates and uses the Latin alphabet. Performs an automatic, direct subconscious writing action. The artist manufactures signs to which he gives a universal proper sense of the interiority and deconstruction of the idea, private which can not be understood by any other than by himself.
Among the characteristics of his painting, we find: balance in the composition; Is a material painting, with an expressive use of matter, to which it applies destruction (perforations, cuts, scratches) and automatism; The expression of the artist’s pictorial emotion (individual, immediate); spontaneity. It works from the absence of preconceived ideas, the experience of the fact gives rise to the idea. The work is the place and the privileged moment in which the artist discovers
RETELS OF THE 21ST CENTURY

Retablo is a set or collection of painted or carved figures, which represent in series a history or event (DRAE).
Series produced in 2010 and composed of 40 works in large format, on wooden supports, salvaged from construction, in which mechanical and pictorial intervention takes place. A trend, that of recycling, which adheres to one of the lines of contemporary art, to contemporary artistic practice. To point out a vital concomitance in this series, because Estartús is, besides a degree in Fine Arts, architect. And they have a lot of construction, of constructive, of architectural this series.
Retablos directed towards the spiritual slope of our being. The stories that are narrated belong to our century and are secular, not going to be destined to be placed behind the altar. They tell us face to face, with a lot of closeness, elements that least concern the author.
Use in this series the technique of action painting. Pictorial technique – and name of the pictorial movement that uses it – which through color and matter tries to express sensations such as energy, speed, movement. From the technical point of view, it consists in splashing the surface of the canvas with paint spontaneously and energetically, that is to say without preset scheme, becoming a space of action and not in the mere reproduction of reality.
From the Greek amnion (άμνίον), membrane, is a term of the zoology and the biology: Closed sack that surrounds and protects the embryo of the reptiles, birds and mammals and that forms like extraembrionaria membrane, filled with an aqueous liquid: the liquid Amniotic or amniotic water (DRAE).
Pictorial series of 2013 composed of 70 pieces, 40 small and medium format, on canvas, 30 on parchment.

CRÍTICAS

A view about the artist by Josep Mª Cadena.

The most recent works of ESTARTUS and to confirm how this artist remains strong, with a clean and intense ability to penetrate the dark forest that is human thought when it goes beyond the coexistence formulas created out of the need that we have to live with one another.
The sub conscience formulas created out of the need that we have to live with one another. The subconscious becomes a palpable reality through his work, however, this does not mean that we must believe that it is a release from problems in order to end up conforming to established rules. It is not, to put it bluntly, like the couch of the psychiatrists, but rather an entire artistic reflection about what is essential in life and about thinking in a order to move toward individual and, especially, collective authenticity.
ESTARTUS is a true philosopher of painting. His aesthetics and the beauty in his painting are never gratuitous, which does not mean that everything is calculated ahead of time. He practices spontaneity, but beforehand he has reflected on feelings, passions and human desires to find the intimate meaning of it all.The effort focused on synthesis has been considerable, and henceforth, this painting is finely woven in the concept and with the precise diction that makes it possible to reach others in a convincing way. And even though it is a perfectly clear that he does not intend to act as a teacher, he does teach us to explore within trough the sincerity he exhibits.
There is the courage of the search and the generosity of explaining findings in the painting of ESTARTUS. He bases his work on his knowledge and he does not improvise, but he does not limit what he hands in nor he sparingly give what he tells, but instead he fully devotes himself to each work.

Nonetheless, he does not go now in one direction and the in another, which could happen to someone soho is not familiar with a place. Instead, he is systematic, and from his familiar work as a whole, it is possible to deduce a new and attractive conceptión of what the world we live in should be like.